Que a sólo cuatro días de inicio de año el presidente Luis Abinader haya arrancado el 2021 hablándole al país y dejando en claro una serie de puntos, prioridades y planes de la agenda gubernamental, ha sido recibido con beneplácito.
Entre otras medidas de apoyo y recuperación, el programa social “Supérate”, sustituto acrecentado, blindado y fortalecido de “Comer es Primero”, llegará a partir de mayo a un millón de familias a las que se le garantizará alimentación y empleos dignos.
Pero el que mediante rueda de prensa celebrada la víspera en el Palacio Nacional el mandatario haya anunciado que el gobierno apura los esfuerzos para la adquisición de las vacunas contra el Covid-19 y que en cualquier momento pudieran anunciar la llegada de un primer lote para el personal de salud y envejecientes, muestra al gobierno correctamente ubicado en cuanto a la necesidad nacional. Acompañado de la vicepresidenta, y jefa del gabinete de salud, Raquel Peña, Abinader admitió el cansancio de todos luego de 10 meses de lucha contra el coronavirus, pero conjuntamente con el llamado a un “último esfuerzo”, advirtió que no cejará en su responsabilidad de tomar las medidas que sean necesarias para reducir la tasa de contagio, que el día de ayer rompió récord con 2,041 casos. De igual manera, y pese a las dificultades financieras por la merma en los ingresos gubernamentales, la extensión hasta el mes de abril del programa de asistencia económica “Quédate en Casa”, muestra la fibra humana y solidaria del gobierno con los sectores vulnerables. Definitivamente que fue un buen inicio de año.
