El Ministerio Público reveló que el coronel Narciso Antonio Féliz Romero, encargado de Custodia de Armas y Municiones de la Policía, recibió dinero en efectivo en una mochila entregada por el «cabo Rosario» quien vendía municiones a través de un contacto en el vecino país de Haití.
Según la solicitud de medida de coerción, producto de estas actividades ilegales el coronel Féliz Romero adquirió un jeep marca Kia Sorento e inició una construcción inmobiliaria en Bonao, Monseñor Nouel.
El documento establece que el coronel era visitante frecuente de la Intendencia de Armas de la institución.
En 2023, un informe del Grupo de Expertos de la ONU indicó que la mayoría de las armas que se reciben en Haití proceden de República Dominicana y Estados Unidos.
“La mayoría de las armas de fuego y municiones en circulación en el país son fabricadas o compradas originalmente en Estados Unidos. Llegan a Haití directamente desde Estados Unidos o a través de la República Dominicana”, indica el documento.
Vendían armas a extranjeros
Los implicados en la estructura criminal desmantelada mediante la operación Pandora sustraían municiones y armas de alto calibre que luego eran vendidas a policías y civiles, incluyendo extranjeros.
En la solicitud de medida de coerción, el Ministerio Público señala que el coronel Féliz Romero ordenaba el cobro por los cargos de las armas, especialmente las pistolas Glock, que eran asignadas a los agentes de la policía. El procedimiento implicaba que uno de los implicados registraba la entrega del arma, mientras el comprador pagaba en efectivo. Este dinero era luego entregado al capitán Nelson Valdez, quien estaba a cargo del Depósito de Armas, Municiones y Pertrechos de la institución, y se lo repartía con el coronel Féliz Romero.
Se repartían el dinero en público y sin disimulos
El Ministerio Público sostiene que la distribución del dinero entre los miembros de la red se realizaba de manera frecuente y sin disimulos, incluso en presencia de testigos que hoy forman parte del proceso judicial. Las investigaciones apuntan a una red amplia de tráfico de proyectiles de distintos calibres, que no solo involucraba a policías, sino también a civiles.
Este caso pone de manifiesto el alcance y la corrupción de una organización criminal que operaba dentro de la misma Policía.
Además del coronel Féliz Romero, también fueron apresados los capitanes: el subintendente Juan Miguel Pérez Soler; el responsable del Depósito de Armas, Municiones y Pertrechos, Nelson Valdez; el auditor Víctor Manuel Santos Rodríguez y el segundo teniente Marino Antonio Rodríguez Toribio, armero de la Dirección Regional Cibao Central.
El sargento mayor Miguel Ángel Gómez Espaillat, el cabo Juan Luis Díaz Medina, los rasos Rubiel Martínez Escobar y Moreibin Medina Pérez y la implicada Miguelina Bello Segura, piezas clave en la parte operativa de la organización criminal desmantelada mediante la operación Pandora.
De acuerdo al Ministerio Público, el oficial Santos Rodríguez habría alterado los resultados de una auditoría realizada en febrero para ocultar la sustracción de cientos de municiones.
Santos Rodríguez se asoció a los líderes de la red criminal para intentar manipular de nuevo los números de auditoría tras percatarse de la investigación del caso, acción irregular detectada por las autoridades que realizan la pesquisa.
Por AWILDA CUELLO