Que el propio presidente de la República haya tenido que salir en defensa de los gravámenes contenidos en la Ley de Presupuesto refleja una preocupante debilidad en materia de comunicación y de planificación estratégica.
Si de algo me han servido estos 35 años como aprendiz de periodista, y donde en el sector público he tenido la oportunidad de trabajar para cuatro ministros y varios directores generales, ha sido el saber que la mejor forma de enfrentar una crisis es tratar de evitarla.
Para lo que hace imprescindible poner atención a las “chispas” o situaciones de advertencia que presenta el panorama mediático y analizarlo antes de ejecutar cualquier acción. La doctrina provee recursos como el método PEST (Políticos, Económicos, Sociales y Tecnológicos ) que en adición al análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) indican las características del escenario.
Y es que las sorpresas solamente son agradables cuando las noticias son buenas, por lo tanto no hacía falta ser un experto -aunque lo ideal es que exista alguno- para darse cuenta que en estos momentos se necesitaba preparar el terreno antes de someter una pieza conflictiva, pero sobretodo si se tienen argumentos validos para eso.Si en adición a una mejor revisión a lo presentado, se hubiesen dado participaciones previas de los funcionarios del área explicando, hasta con ejemplos cotidianos, el carácter coyuntural de las medidas, la urgencia del momento y respaldo unificado de vocería, la reacción hubiera sido diferente. Pero al fallar la estrategia (si es que la hubo), la chispa llegó a flama dejando solo al presidente Luis Abinader en rol de bombero.