SANTO DOMINGO.- Las autoridades dominicanas y la Organización de Estados Americanos (OEA) iniciaron este jueves las mesas técnicas de trabajo para el plan de acción de la Hoja de Ruta de Centroamérica y República Dominicana, firmada en Washington, Estados Unidos por la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, autoridades nacionales y representantes de organismos internacionales, con el compromiso de prevenir el tráfico y la proliferación ilícita de armas, municiones y explosivos.
Un comunicado de prensa detalla que el Ministerio de Interior y Policía, organizado por el Gobierno dominicano, busca articular esfuerzo con políticas alineadas que contribuyan al fortalecimiento institucional en la región y con esto a la seguridad nacional y ciudadana.
Asimismo, agrega que la estrategia será implementada durante unos 10 años (2025-2035), con una revisión intermedia en 2030, además involucra a Costa Rica, Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá.
En ese contexto, la funcionaria destacó que el plan está sustentado en cuatro ejes fundamentales: fortalecimiento normativo y coordinación interinstitucional; prevención de la violencia con armas de fuego; gestión del ciclo de vida de armas, municiones y accesorios e investigación y persecución penal del tráfico y uso ilícito de estos materiales.
Estos pilares buscan actualizar marcos legales, prevenir desvíos, mejorar los controles fronterizos y promover políticas que integren el control de armas con estrategias de desarrollo.
Raful explicó que las acciones serán logradas con la colaboración de información y la consolidación de un trabajo que trascienda su gestión y permita una mejor fiscalización de armas, cuya mayoría entra de contrabando al país de diversas formas desde Estados Unidos. Destacó la participación del Ministerio Público para frenar las irregularidades por falta de fiscalización.
“Sabemos y reconocemos que el crimen transnacional de todo tipo y todo lo que involucra no conoce fronteras, nosotros también debemos no conocer las fronteras y colaborar en información”, planteó.
Mientras, Esteban de la Torre, representante de la OEA resaltó el reflejo de la voluntad política de los siete países involucrados y puntualizó la herramienta práctica y participativa que con su operabilidad permitirá enfrentar los principales desafíos e interrumpir el ciclo de la violencia armada con las acciones concretas a ejecutar en los próximos cinco años.
“Sabemos que requiere no sólo políticas de control, sanción y persecución penal, sino atención a los factores de riesgo y el fortalecimiento del tejido social y comunitario en el marco de estrategias con propuestas coordinadas y fundamentadas en el respeto a los derechos humanos”, indicó.
De su lado, Julia Sánchez, coordinadora residente del organismo en el país subrayó la posición de colaboración de República Dominicana como un punto estratégico para enfrentar el fenómeno. Enfatizó el trabajo del Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (Unlirec).
“El control de las armas no puede un país controlarlo ni manejarlo solo, requiere una colaboración y mecanismos multilaterales que deben trabajarse con los demás países para lograr un impacto regional”, sostuvo.
La acción multilateral se produce luego de que el presidente Luis Abinader respondiera el pasado lunes a las recientes declaraciones del Gobierno haitiano, que responsabiliza a países como República Dominicana, Estados Unidos y Colombia del tráfico ilegal de armas y drogas que alimenta la violencia en Haití.
Durante LA Semanal con la Prensa, el mandatario dejó clara su postura sobre la crisis del vecino país, al señalar: “Haití es un problema para la región, nosotros lo sabemos y nos estamos protegiendo”.
La respuesta del gobernante se dio después de que el jueves pasado, durante un simposio en Washington, auspiciado por la OEA, el ministro de Defensa haitiano, Jean Michel Moïse, dijera de que el territorio dominicano es una vía de entrada de armamento y droga, en una frontera que definió como «altamente porosa» y que incide directamente en la violencia armada que desangra al país.