La comunidad dominicana en el Alto Manhattan enfrenta un obstáculo inesperado en su esfuerzo por obtener el reconocimiento que ha buscado durante varias décadas, luego de que el senador Robert Jackson y el asambleísta Al Taylor, dos de los representantes políticos de los dominicanos residentes en esta zona, manifestaran su oposición al proceso de incluir a Washington Heights como un Distrito Cultural Dominicano en el Registro Nacional de Lugares Históricos.
Varias zonas icónicas de la Gran Manzana y de Estados Unidos han cambiado sus nombres en reconocimiento a las comunidades migrantes que han crecido y desarrollado sus negocios en esos distritos, dejando un legado importante que hoy por hoy son reconocidas a nivel mundial, como es el caso de Little Italy en Manhattan y en El Bronx, la pequeña Haití en Brooklyn, la pequeña Habana en Miami, entre otras.
En el 2021 el mapa de Google identificó una zona de Washington Heigts como «Little Dominican Republic«, y se presentó una resolución al Congreso para realizar el cambio de nombre oficial, misma que ahora ha encontrado obstáculos en la asamblea de Nueva York, luego de que los mencionados políticos sometieran una carta que ha bloqueado el proceso.
La propuesta, que ya recibió la aprobación estatal tras una exhaustiva investigación liderada por el Instituto de Estudios Dominicanos de la Universidad de la ciudad de Nueva York (CUNY, por sus siglas en inglés), busca preservar las valiosas contribuciones de la comunidad dominicana al desarrollo y revitalización de Washington Heights.
Este reconocimiento sería un hito para destacar el impacto cultural y social de una comunidad que ha transformado el vecindario en un epicentro de resiliencia y orgullo cultural. Sin embargo, al llegar al ámbito federal, Jackson y Taylor enviaron una carta solicitando frenar el proceso, alegando preocupaciones sobre inclusión y transparencia.
Un golpe al legado dominicano
Washington Heigts es un reflejo vivo de la herencia dominicana. Durante décadas, esta comunidad ha superado adversidades económicas y sociales, convirtiendo al vecindario en un emblema de esfuerzo y unidad.
«Negar este reconocimiento no solo minimiza esas contribuciones, sino que también pone en riesgo la preservación de una rica identidad cultural que ha dado forma a la zona», reza un comunicado de prensa.
Reacción de la comunidad
Líderes comunitarios y residentes han alzado la voz, instando a Jackson y Taylor a reconsiderar su postura. Argumentan que el reconocimiento del distrito no es solo un homenaje merecido, sino también una herramienta para salvaguardar la diversidad cultural de Washington Heights.
La comunidad dominicana está decidida a continuar luchando por el respeto y el espacio que merece en la historia de Nueva York.
«El esfuerzo por incluir al Distrito Cultural Dominicano en el Registro Nacional representa mucho más que un título: es un acto de justicia y reconocimiento a una comunidad que ha enriquecido profundamente el tejido social de Washington Heights«, finaliza el comunicado.