Luego de su contundente triunfo electoral, no solo en la reelecciรณn sino tambiรฉn en lo municipal y lo congresual, es obvio โy justoโ que el premio al hombre del aรฑo que hoy concluye recaiga en el presidente Luis Abinader.
Un pronรณstico que se reafirma por el buen manejo macroeconรณmico que le admiten los organismos y las agencias internacionales, conjuntamente al gran desempeรฑo en รกreas como el turismo, aduanas, industria y comercio, formaciรณn tรฉcnico profesional, comunicaciรณn, aguas potables, telecomunicaciones o educaciรณn superior, para mencionar algunas.
Sin embargo, la realidad es que no todas las instituciones โni sus funcionariosโ pueden mostrar el nivel de desempeรฑo ni el comportamiento รฉtico y moral de aquellas que sรญ pueden sacar la cara por el gobierno.
Pese a ser joven y estar bien valorado, Luis ya no volverรก a ser mandatario. Este es su รบltimo mandato y las cosas se recuerdan no necesariamente como empiezan sino como terminan. Es decir, que el primer punto de su agenda tiene que ser concluir bien pero eso no se logra solo ni mal acompaรฑado.
Desafortunadamente en su administraciรณn hay gente cuyo รบnico y voraz objetivo es salir bien ellos. Personajes de mala imagen, incompetentes, corruptos y perversos a quienes no les duele el presidente Abinader ni les importa su suerte histรณrica.
Un perรญodo gubernamental son solamente 4 navidades โya pasรณ unaโ, por eso urge un relanzamiento para remozar el rostro y designar o confirmar a gente competente, honesta y verdaderamente comprometida con que Abinader no le falle al paรญs. Porque aunque muchos no lo quieran aceptar, si al gobierno le va mal asimismo le irรก al Partido Revolucionario Moderno en el 2028.