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viernes, marzo 29, 2024
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2022

Los números siempre serán el principio de todo, estamos ante un momento estelar de la humanidad con cambios significativos en nuestra vida y muchos de esos cambios no han cumplido la mayoría de edad.

En esta tercera década del siglo, estamos ante un mundo en jaque en lo que tiene que ver con la economía y en tiempo extra con relación a la supervivencia de la especie humana, tal y como la hemos conocido hasta el momento.

La tecnología informática y genética tiene en proyección cambios nunca antes vistos para nuestra especie y muchos de ellos pueden parecer sacados de libros de ficción, que en realidad no sé si es correcto el significado que le damos a ese concepto por la veracidad que cada día más tienen la mayoría de escritos o películas que la ligan al concepto.

La clonación es toda una realidad y en este momento no sabemos qué cantidad de personas ni cuántos son los seres creados en laboratorios; para que tengamos una idea, desde el 2010 estamos en una guerra de avances que ni siquiera le estábamos poniendo atención y se nos dijo claro que la primera ola de esa guerra sería sanitaria… (biológica, virus, etc).

Tenemos tres años seguidos con el primer problema creado de este episodio, pero ya se nos esté hablando de un cambio significativo en la comunicación y en las relaciones humanas: Meta Verso. Esto cambiará para siempre la relación del hombre y la creación y estamos apunto de iniciar una verdadera guerra sin cuartel en relación al origen mismo de nuestra especie.

El año 2022 nos pone ante un presente complejo y donde los Estados están con las manos atadas ante el fenomeno que se nos viene encima: las probabilidades de un cambio politico mundial en los próximos 10 años son tan reales que pudiéramos estar despidiendo a nuestras últimas autoridades locales.

Las probalidades que tenemos que antes del 2050 tengamos un gobierno global son tan concretas como que Facebook destronó a la primera red social mucho antes de nacer dicho fenomeno.

El 2022 inicia una nueva era donde estaremos viendo por primera vez las señales de un mundo nuevo y donde la democracia y la soberanía estarán tan desdibujadas que no sabremos qué es una cosa y qué es otra.

Tengamos claro esto: los celulares que estamos usando en este momento le quedan menos probalidades de vida que a cualquier persona que se le dianostique cáncer en grado dos y que te quede claro que para el año 2025 estarán en peligro de extinción de manera concreta y real las monedas locales, los ritmos tradicionales de nuestras culturas, las compañías telefónicas tal y como la conocemos y la televisión por cable con tarifas anunciando su muerte súbita, entre otras cosas que tenemos que estar prestos a no sorprendernos o todo lo contrario a tener el sentido del asombro a flor de piel.

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