PUERTO RICO.- David Ortiz es un hombre que hizo su nombre a base de batazos en los momentos más apremiantes junto a Boston Red Sox en las Grandes Ligas. Sin embargo, quienes conocen la historia del “Big Papi” saben que es un amante del baloncesto y que antes de pensar en convertirse en una estrella del béisbol, el exjugador practicaba dicha disciplina con el sueño de llegar al estrellato.
El rumbo de la vida y la historia de Ortiz cambiaron y terminó eligiendo el béisbol, pero eso no quiere decir que su amor por el baloncesto haya disminuido.
De hecho, el expelotero de 47 años fue una de las figuras invitadas para jugar en un partido de celebridades en honor al quincuagésimo aniversario del Coliseo Roberto Clemente en organizado por el Baloncesto Superior Nacional de Puerto Rico (BSN). Ortiz se unió a celebridades como Miky Woodz y Anonimus como parte del Equipo Barea (que terminó siendo derrotado frente al equipo Arroyo, 66-65).
En el marco de la actividad, Ortiz fue abordado con respecto a la cuarta participación de República Dominicana en el Mundial de Baloncesto FIBA, la cual aseguró luego de derrotar en ocasiones consecutivas a Argentina y sobre el desarrollo del basquetbol en su país.
David Ortiz durante la celebración del aniversario del Coliseo Roberto Clemente. EFE/Thais Llorca
“El baloncesto dominicano está avanzando muy bien. En los deportes, nosotros los latinos, siempre hemos estado en la pelota. En el baloncesto, y en el fútbol, ya estamos viendo esa juventud progresando. Y tenemos par de jugadores NBA de la Dominicana. Eso es bueno porque motiva a los muchachos a meter mano y fajarse”, dijo Ortiz al periódico El Nuevo Día de Puerto Rico.
Ortiz agregó durante la conversación que la clasificación dominicana fue un hecho que paralizó al país el pasado 26 de febrero, señalando que todo el mundo estaba pendiente al resultado del encuentro que aseguró la clasificación dominicana.
El caribeño país quedó sembrado en el Grupo A, para el Mundial FIBA que inicia el próximo 25 de agosto, día en que enfrentará a Filipinas, uno de los anfitriones del evento, para luego verse las caras contra Angola e Italia en la primera etapa del torneo.
