IRAK.- El Gobierno de Irak ha condenado este miércoles el bombardeo del día anterior por parte de Estados Unidos contra posiciones la milicia chií proiraní Fuerzas de Movilización Popular (FMP) al sur de la capital de Irak, Bagdad, donde al menos cuatro personas han muerto y tres han resultado heridas, en un acto que ha considerado como «violación flagrante» del país.
«Una vez más, los bombardeos de la coalición han tenido como objetivo uno de los emplazamientos de nuestras fuerzas de seguridad en la gobernación de Babilonia, provocando el martirio y heridas a varios miembros de las FMP. Lamentamos esta agresión injustificada (…) Condenamos en los términos más enérgicos esta flagrante agresión, que supone una violación flagrante de la soberanía de Irak», reza un comunicado del Gobierno recogido por la agencia de noticias Shafaq News.
Tras ello, ha recordado que Estados Unidos y las fuerzas de la coalición internacional contra Estado Islámico se encuentran en un proceso de negociaciones con Bagdad para que se retiren del país, razón por la que espera que «esta peligrosa violación de la seguridad por parte de las fuerzas de la coalición internacional sea la última en territorio iraquí».
Por último, ha expresado que este tipo de ataques «solo servirán a los intereses de las organizaciones terroristas que están al acecho para dañar la seguridad de Irak y de toda la región».
La noche anterior, el Departamento de Defensa estadounidense confirmó a Europa Press que había llevado un ataque aéreo «defensivo» en la ciudad de Musayib contra «combatientes que intentaban lanzar sistemas aéreos no tripulados de ataque unidireccional».
Este bombardeo, que se produce en un momento de máxima tensión en la región por el reciente ataque de Israel contra un alto comandante del partido-milicia chií libanés Hezbolá en Beirut, es el primero de Estados Unidos en Irak desde febrero, cuando atacó decenas de objetivos vinculados a las milicias proiraníes en Irak y Siria. Entonces, la milicia Resistencia Islámica de Irak, que mató a tres militares estadounidenses en Jordania, anunció el cese de sus acciones contra las fuerzas estadounidenses, y el Gobierno de Irak pidió la expulsión de la tropas de Estados Unidos.
