El planeta Tierra está siendo testigo directo por primera vez de lo que es una Pandemia. Muy a pesar de las “teorías conspirativas y del nuevo orden mundial” siendo éstas las dos torres que en el mundo luchan para que continúe estacionada la Tierra en la antigüedad. La Covid-19 está siendo una pandemia desafiante para las ciencias médicas, los científicos e investigadores; así como para los gobiernos de todos los países y continentes afectados.
La tregua sanitaria en algunos países más afectados por este pandémico coronavirus permitirá que la democracia, además de, en la República Dominicana, se exprese también mediante el voto presencial en el Exterior donde veremos el efecto electoral del voto en ultramar.
El poder económico y electoral del voto de la “provincia Ultramar” a pesar de la pandemia se convirtió en una sola voz por todo el océano Atlántico de todas y todos los dominicanos residentes en Estados Unidos y en los países de Europa con presencia de comunidad dominicana. Retomando el quehacer del activismo político desde donde la dejamos en febrero. A todo esto y, a sabiendas que es nuestro año electoral finalizando una con ello la Era de la hegemonía política del partido gobernante.
¡Preparémonos que están entrampados y en las redes democráticas del voto-allá y aquí- donde votaremos primero, el 5 de julio, llevándoles la mayor remesa jamás recibida desde Ultramar y que serán los votos que impedirán una segunda vuelta!
El Mundo tomó otra dimensión y el planeta Tierra prácticamente invadido por un virus sacudiendo sus cimientes. El olor que despedía la atmósfera no era otra que la desolación e indefensión-incluso-de la subsistencia alimentaria en países del primer mundo
La angustia se fue apoderando entre silencios y luto por la comunidad dominicana en Europa y en Estados Unidos. Dudé ante la realidad pandémica de la realización de las elecciones presidenciales y vicepresidenciales y la escogencia de siete Diputados/as de Ultramar. Ha sido una pandemia la que nos ha concientizado de que estábamos desnudos con relación a las políticas públicas de insensibles gobiernos tras gobiernos del derecho a tener una sanidad pública con una gestión por y para las y los ciudadanos.
Aislados e incrédulos en relación con las organizaciones internacionales que son los ojos del mundo; porque solemos entretenernos con pequeñeces publicitarias del gobierno de turno. Rechazamos todo tipo de control internacional desde los controles fronterizos, los controles intercontinentales y el soporte logístico. Las ciencias, todas, se han impuesto durante estos seis meses que empezó como epidemia y luego pandemia.
Tardaremos en asumir tantas cifras inconcebibles de muertes en el siglo 21. La tierra en minúscula no estaba preparada para sepultar a tantísimas víctimas ni las instalaciones hospitalarias a asistir a tantísimos enfermos. El personal sanitario nunca pensó que tendría que rendirse ante la muerte.
La lucha y conquista por una sanidad pública eficiente y de calidad debería ser la consigna que nos vuelque a acudir a votar por un verdadero “Cambio”. Someto a la consideración del próximo presidente, Luis Abinader, de que, el año 2021 sea proclamado como “El año de la Sanidad pública”.
