Abrazada con el pensamiento en mí país, República Dominicana, mientras me deleitaba observando el mar Atlántico desde la provincia de Cádiz en la comunidad de Andalucía. Llegaba a mi memoria las veces que sentada en el malecón frente a las olas bravías del mar Caribe y a espaldas de mi Alma Mater, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), mi sueño, entonces, era estar a la otra orilla del Atlántico…
Emigré como mi padre y como él emigró en su momento. La palabra inmigrante era coloquial en mi familia esto me ayudó a no tener una visión deformada del término. Son poco más de dos décadas en Ultramar- entre New York y España-y aún sigo siendo dominicana. Todavía mi corazón late, y mi cerebro no se ha distraído a pesar de los años. Como si el amor a la Patria fuera nuestro ADN. Y nuestros símbolos de Nación nos persigue allá donde vamos. Aunque con nuestra Constitución tengo quejas como mujer…
Por ello. sufrimos y como testarudos masoquistas apenas nos da tiempo de levantarnos ante las decepciones de la actividad política poniéndonos de pie sin guardar duelo. Si leíamos las noticias que llegaban desde China acerca del coronavirus con, ¡ay, pobres gentes! Sin la certeza aún de que en Europa iba a pasar igual o peor hasta que la realidad tropezó de bruces no solo en Italia sino también en España.
Me atrevo a afirmar que hay unanimidad en Ultramar de querer, de desear, de esperar un “Cambio”. Por ello, a pesar de continuar en la fase 0 de la pandemia nos atrevemos a soñar. A soñar con un Cambio, no solo de la gestión del Estado dominicano, además de que ese Cambio se haga presente y real en las y los dominicanos que residimos en Ultramar.
La Junta Central Electoral (JCE) dijo de que no había tiempo para organizar el voto por correo. Como comenté en otro escrito: votar en Ultramar pende de un “hilo pandémico”. Lo más duro de todo esto es que muchísimos compatriotas en República Dominicana no le ven la importancia de que los y las “ausentes votemos”. Me dan la sensación de “castigo” cuando debería haber empatía, e inteligencia aritmética, que, sumando los votos de allá y de aquí, nos iremos en primera vuelta o sino en segunda vuelta, lo importante es que #sevayan.
