PALESTINA.- La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, la UNRWA, informó este domingo que miles de personas han irrumpido en sus almacenes y centros de distribución en el centro y el sur de la Franja de Gaza para hacerse con harina y elementos básicos de supervivencia en lo que la organización considera ya como el principio del resquebrajamiento del “orden cívico” en el enclave tras días de asedio total de Israel.
“Miles de personas entraron en varios almacenes y centros de distribución de la UNRWA en el centro y en el sur de la Franja de Gaza”, indicó la agencia de la ONU en un comunicado.
“Estamos ante una señal preocupante de que el orde cívico está empezando a romperse”, ha avisado el director de Asuntos de la UNRWA en Gaza, Thomas White.
“La gente está aterrorizada, frustrada y desesperada. La tensión y el miedo empeoran por los cortes en las líneas de teléfono e Internet. Creen que han sido abandonados a su suerte”, ha avisado el coordinador. Uno de los lugares saqueados es uno de los depósitos de la agencia en la localidad de Deir al Balah, en el centro de la Franja, dónde se almacenan los suministros humanitarios que han ido llegando al enclave palestino desde que los primeros convoyes llegaron a Gaza a través del punto fronterizo de Rafah, con Egipto, el 21 de octubre.
White denuncia que el desplazamiento masivo de civiles desde el centro y el norte de Gaza por orden de Israel ha provocado que familias del sur hayan tenido que alojar en sus viviendas hasta a medio centenar de parientes y allegados, lo que ha provocado una presión social insostenible, mientras la ayuda básica entra a cuentagotas.
En este sentido, la agencia de la ONU asegura que el sábado no llegó ningún cargamento de ayuda humanitaria a la Franja y que la recibida hasta el momento, unos 84 camiones, no cubre en lo más mínimo sus necesidades básicas. “Es un sistema de entrega condenado al fracaso. Pocos camiones, demasiadas inspecciones, suministros que no se corresponden con lo que pedimos, y la ausencia de entregas de combustible conforman la receta de un sistema fallido”, lamenta.
La guerra entre Israel y Hamás fue desencadenada por el sangriento ataque que el movimiento islamista palestino llevó a cabo en territorio israelí el 7 de octubre, y que dejó 1.400 muertos, civiles en su mayoría.
Israel respondió a ese ataque con una campaña de bombardeos en la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, que hasta ahora ha dejado más de 8.000 muertos, también mayoritariamente civiles, según el Ministerio de Salud del movimiento palestino.
Israel también impuso un bloqueo total al suministro de alimentos, agua, medicinas y carburante a Gaza. El primer convoy con ayuda humanitaria no entró en el territorio palestino hasta dos semanas después.
Antes del conflicto, una media de 500 camiones diarios entraban en Gaza, según datos de la ONU.
”Los suministros […] se están agotando y la ayuda que llega a la Franja de Gaza en camiones desde Egipto es insuficiente”, insistió White, recalcando que la población gazatí tiene unas “necesidades inmensas”.
LLEGAN LOS CONVOYES
Dos convoyes de ayuda humanitaria compuestos por 20 camiones cada uno, cargados con alimentos, agua y suministros médicos entraron entre la pasada noche y esta mañana por el paso egipcio de Rafah para ser inspeccionados por autoridades israelíes antes de ingresar en la Franja de Gaza.
Testigos en el cruce informaron que un primer convoy de 20 camiones entró en la noche del sábado a la zona de inspección israelí, pero que bien entrada la mañana del domingo aún no ha pasado la frontera del enclave palestino, mientras que esta misma mañana otro grupo de 20 camiones inició el mismo camino.
Respecto al primer contingente, los testigos aseguraron que no incluía combustible, recurso al que Israel no permite la entrada y que es extremadamente necesario para que sigan funcionando los hospitales, las panaderías, las plantas potabilizadoras de agua o para que la ayuda humanitaria misma pueda ser entregada a la población gazatí.
Estos serían el séptimo y octavo convoy que ingresan desde el pasado sábado, cuando Israel permitió la entrada de la ayuda humanitaria a través de Egipto para los habitantes de la Franja de Gaza.