Cómo viviríamos hoy? La clave del tema es la muerte de Jesús, porque sin la crucifixión, o sea, sin su muerte, no hay resurrección. Y sin una cruz o una tumba vacía, o por el contrario, una tumba ocupada que demuestre la no resurrección, nos quedamos con nada, excepto con una buena historia sobre un gran hombre bondadoso que vivió una vida ejemplar. En otras palabras, estamos metidos en un gran lío histórico y religioso.