SANTO DOMINGO.- Los asaltantes de una sucursal del Banco Popular utilizaron una bandera haitiana y simularon acento extranjero como estrategia para despistar y hacer creer que se trataba de una banda conformada por extranjeros.
Los cuatro ladrones llegaron a la oficina bancaria alrededor de las 4:30 de la tarde en una yipeta de color negro, vestidos con atuendos militares y cubriendo sus rostros con pasamontañas, mostrando una bandera de Haití, aparentemente para dar la impresión de que eran haitianos.
También llevaron consigo un artefacto para simular una bomba, la cual dejaron en el lugar mientras amenazaban a las víctimas con hacerla explotar si no seguían sus instrucciones.
El Ministerio Público solicitó prisión preventiva como medida de coerción contra los imputados Jorge Luis Estrella Arias y Eddy Enmanuel Segura Arias, a quienes se les atribuye haber perpetrado el asalto el 3 de junio junto con los hoy occisos Richard Michel Estrella Arias y Johan Eduardo Belliard Aybar.
El relato de la solicitud de medida de coerción indica que durante el asalto a la sucursal ubicada en la avenida Gregorio Luperón esquina Olof Palmer, los imputados sustrajeron un total de RD$1,635,723.00 que se encontraba en los cajeros que estaban en servicio.
Los asaltantes exigieron al personal que abriera la bóveda, incluso amenazando con matar a uno de ellos, pero una de las cajeras les informó que el camión de valores ya había retirado el efectivo, mostrándoles el comprobante para corroborar su afirmación.
Se señala que una vez que el guardia del banco fue sometido, quedó bajo la custodia de Johan Eduardo Belliard Aybar ( Beberrá) y Eddy Enmanuel (quien fue arrestado), mientras que Jorge Luis Estrella Arias, también imputado, se dirigió al área de caja, rompiendo una de las mamparas y accediendo al interior.
Se acercó a una de las cajeras y le advirtió que no se moviera o la mataría.
Luego tomó el zafacón que estaba debajo del escritorio de la empleada y depositó el dinero de la caja. Más tarde, Estrella Arias preguntó a los empleados sobre la ubicación de la bóveda, pero al no recibir respuesta, golpeó a uno de ellos con su arma.
Fue entonces cuando otra de las cajeras le explicó que el dinero ya había sido retirado y le mostró el comprobante.
Por: TERESA CASADO
