REDACCIÓN.- Cada vez son los más famosos que se someten a un cambio físico, pero muy pocos cumplen su objetivo debido a las dificultades halladas durante el proceso. Quien sí parece que se lo ha tomado muy en serio ha sido Ethan Suplee, actor conocido por su papel como Randy en la ilustre ficción de Me llamo Earl y en otras producciones, como American History X.
El norteamericano protagonizó una historia de superación que servirá de ejemplo a personas que pasan por lo mismo.
Ethan Suplee llegó a pesar más de 250 kilos midiendo 1,80 metros, justo en el momento que empezó a vivir su época dorada en el mundo de la interpretación gracias a su aparición en grandes producciones entre la década de los 90 y los 2000.
Un peligroso aspecto físico del que no era consciente, tal y como reconoció en varias entrevistas. “Salía por la noche con mis amigos, por ejemplo, y no comía nada. Luego, de vuelta de la discoteca, me zampaba tres hamburguesas completas antes de dormir”.
Esta tendencia cambió por completo gracias a su esposa, Brandy Lewis, quien le dio alas para eliminar sus malos hábitos alimenticios.
“Nunca hubo un momento, ni una sola vez, en que me sugiriera perder peso… Fue solo que con todo el amor me estaba dando, sentí que había llegado al estado mental adecuado para hacerlo”, reconoció.
Desde entonces, su vida cambió por completo tras perder más de 120 kilos a base de duros entrenamientos físicos y una alimentación estrictamente controlada sin ningún tipo de grasas.
Su único y principal objetivo era “lograr todo tipo de metas” con el objetivo de estar lo más sano posible.