El periódico El Dinero ha publicado un reportaje escalofriante al informar que en el año 2023 se registraron más 38 mil partos de haitianas de los cuales 67% fueron declarados como niños dominicanos, lo que implica en los hechos una falsificación en gran escala de la nacionalidad dominicana y graves crímenes de falsedad de identidades civiles y de filiación.
El registro civil es el alma nacional de República Dominicana, cuya custodia está constitucionalmente en manos de la Junta Central Electoral, la que está obligada a iniciar una profunda investigación de la denuncia del reportaje.
Según la Constitución y la norma legal vigente, todo hijo de madres haitianas ilegales en el territorio nacional nacidos en hospitales dominicanos, deberán ser inscrito en un libro especial en cada maternidad como haitiano, y enviada esa partida de nacimiento al consulado de su país en República Dominicana para los fines de emitirles sus documentos de identidad civil.
Es claro que para una falsificación en gran escala debe existir complicidad total de los directores y funcionarios de las maternidades, que tienen responsabilidad de que se tengan los libros de inscribir extranjeros y se cumpla con la Constitución y las reglas en la materia.
Si esas complicidades se comprueban deben ser sometidos penalmente por falsedad y moralmente condenados por alta traición a la Patria. Como hemos denunciado por décadas, la invasión de vientres es financiada por ONU y sus ONGs en complicidad con peones del patio.
Buscan el traslado de la población de Haití a RD. Ya no sólo ocupan más del 38 % de las camas de nuestras maternidades, sino que también con ello adquieren de forma fraudulenta la nacionalidad dominicana.
Igualmente, ya registrados como dominicanos falsamente, se quedan aquí y los inscriben en la escuela pública masivamente, al grado de que hoy muchos dominicanos quedarán fuera de las escuelas, por la prioridad que tienen las ONGs en inscribir niños haitianos, mucho de ellos sin documentación alguna.
Es hora de que nuestro amigo el presidente Abinader, que ganó su reelección con el apoyo de los dominicanos, afirme la defensa de RD con respecto a Haití ante los foros internacionales, actúe y tome medidas urgentes. Ninguna reforma constitucional o fiscal o de cualquier otra índole tiene la importancia y urgencia que la que impone defender la Patria de este macabro plan para destruirla.
El reto histórico mayor de Abinader en estos próximos 4 años es detener la invasión haitiana, la masiva invasión de vientres, concluir el muro fronterizo, obra fundamental de su gobierno, y salvaguardar la identidad nacional y civil en el registro de nacimiento de las maternidades.