Por JULIO CESAR MATEO
Tan pronto pisan el territorio de República Dominicana en sus frecuentes viajes al lar nativo, los criollos radicados en el Nordeste de Estados Unidos comprueban por cuales razones el presidente Luis Abinader está puntero en las encuestas y su nombre suena por todas partes como seguro ganador de los comicios de mayo.
Inmediatamente salen de los aeropuertos y se encaminan a sus pueblos, los dominicanos ausentes confirman lo atinado del dicho bíblico “por sus hechos los conoceréis”, el cual puede ser muy bien aplicado en el caso de nuestro actual mandatario.
Minutos después de comenzar a respirar el aire puro del país y disfrutar del panorama natural urbano y rural, los recién llegados se dan cuenta de que no están en el “Nueva York chiquito” que dibuja un político soñador y fantasioso, pero sí perciben estar en una nación caribeña en franco proceso de desarrollo, donde se superan, poco a poco, añejos problemas y necesidades.
Sienten estas percepciones cuando escuchan el ulular de las sirenas del sistema 911 de ambulancias que en las principales ciudades ha establecido el actual gobierno con los mismos criterios de funcionamiento de Nueva York.
Palpan que estamos en la ruta del progreso cuando observan en muchas localidades el valioso programa de Transporte Escolar que lleva a las escuelas públicas a miles de niños diariamente.
Los que llegan del exterior son testigos de las acciones en Cabo Rojo, Pedernales, donde el actual gobierno trabaja para materializar 10 mil habitaciones en 10 años, en una obra de dimensión regional que impactará positivamente no solo a Pedernales sino también a las provincias Bahoruco, Independencia y Barahona.
Los que se mueven en la Capital de la república estiman de alta significación el inicio del plan de mejoramiento del tránsito vehicular en la zona atravesada por las avenidas Luperón, Isabel Aguiar y Prolongación 27 de Febrero o sea en la misma entrada a la ciudad desde el Sur por la autopista 6 de Noviembre.
Vale destacar que allí se construirá un túnel por debajo de la Plaza de la Bandera, con una longitud aproximada de 1.02 kilómetros, y se hará otras mejoras como la rehabilitación de vías marginales, sistemas de drenaje y señalización vial en un área donde están las sedes de importantes organismos oficiales.
Por donde quiera que se camine (Sur, Este, Norte o Distrito Nacional) es notorio el brazo constructor del gobierno del PRM.
Si se va al Sur, por ejemplo, se visualizará los avances en la Circunvalación de Baní, de 19 kilómetros, que se inicia en la comunidad Galión y termina en la zona de Ojo de Agua
Si se va al centro del país se verá la piqueta del progreso en la zona montañosa de Jarabacoa, donde con mucho esfuerzo y seriedad se construye la nueva carretera desde La Vega, obra reclamada insistentemente durante largo tiempo y emprendida por el actual gobierno hace un año y medio.
Citar los diversos frentes de trabajo real en todas las regiones, tomaría mucho tiempo y espacio, por lo que ahora nos limitamos a proclamar que en toda la zona Nordeste de Estados Unidos (entiéndase Nueva York, Nueva Jersey, Conneticut, Washington, Filadelfia, Pensilvania, Boston, Massachusets y Rhode Island) el voto de los dominicanos está asegurado por Abinader porque se sabe que no se volverá “sal y agua”.
