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jueves, abril 18, 2024
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Pruebas Masivas: Una respuesta nacional temprana y efectiva para combatir la Pandemia del Covid-19

Expertos médicos científicos dominicanos tratan el tema de las pruebas masivas

Por meses, hemos hablado de las famosas pruebas masivas y la importancia de éstas como un instrumento de ayuda epidemiológica y guías para trazar una respuesta competente y oportuna para contrarrestar y mitigar los efectos de la pandemia en nuestras comunidades.

Nos basamos en nuestra experiencia con el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS por sus siglas en inglés), el Síndrome Respiratorio del Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés) en el Medio Oriente y con el Ébola en África. Más importante aún es hacer una estrategia nacional eficiente de pruebas masivas con un esquema de prioridades, respuestas epidemiológicas y seguimiento. Globalmente, en la mayoría de los países que han logrado un mejor control de la pandemia, la implementación inicial de una estrategia de pruebas masivas ha sido un elemento importantísimo en la respuesta nacional.

Con nuestra experiencia de trabajo en países de diversos crecimientos económicos y de investigación en validar pruebas virales, les compartimos información básica sobre las mismas, identificación, rastreo de casos y aislamiento.

Desde el inicio de la pandemia, varias naciones se lanzaron a desarrollar pruebas de todo tipo y calidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un listado de la red de laboratorios de referencias que ellos avalan para proveer pruebas confirmatorias. En los Estados Unidos de América, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) tardaron en desarrollar la prueba de detección de la infección dando como resultado la propagación sin control del virus a nivel comunitario. Para contrarrestar la tardanza, el 3 de Febrero del 2020, la FDA abrió las compuertas a desarrolladores usando un mecanismo de emergencia. El resultado ha sido la aprobación de cientos de pruebas de COVID-19 de uso durante la pandemia.

Al igual que en los Estados Unidos, en la República Dominicana se inició la implementación de pruebas con retraso, primero en los pacientes sintomáticos y posteriormente se generalizó la indicación de éstas. En la segunda y tercera semanas del mes de mayo, informaciones de nuestro Ministerio de Salud Pública reportan un incremento en el número de pruebas diarias, pero con una tasa de positividad muy alta.

Varios reportes de instituciones norteamericanas, europeas, incluyendo la OMS y otros consorcios académicos con predicciones matemáticas, señalan que en la mayoría de los países que han logrado mejor control de la pandemia, el número de pruebas por millón de la población es muy elevado en comparación con nuestro país.

Para la fecha, se estima que Corea del Sur, Singapur, Nueva Zelanda y Qatar han implementado pruebas masivas a la población que guían las políticas de contención y mitigación. Estas cifras varían alrededor de 15,653; 50,368; 51,941 y 62,822 pruebas por cada millón de la población, respectivamente.

Estos países han tomado medidas de apertura comercial de manera progresiva y paulatina monitoreando los resultados de las pruebas para mitigar los brotes y picos en la curva epidemiológica. Un brote a nivel local puede convertirse en un foco de propagación de los casos infectados a nivel nacional. Este ha sido el caso de Wuhan, China, varias ciudades de la Unión Americana, Alemania, Corea del Sur, Singapur y Chile donde han resurgido brotes al desescalar las medidas de distanciamiento físico y social.

La manera más efectiva en la reapertura escalonada de la economía es usando la estrategia básica del PIRA, mediante uso de Pruebas masivas, Identificación de casos, Rastreos de los contactos y Aislamientos de los afectados, siempre teniendo en consideración la protección de la población más vulnerable.

En el artículo anterior nos referimos al rastreo de contactos: Click para leerlo

En este artículo no describiremos con detalles el proceso de calidad de una prueba de diagnóstico, que incluye tiempos en reportar los resultados, el porcentaje de certeza de los mismos, la cantidad de pruebas utilizadas y los parámetros de calidad del reporte epidemiológico.

El sub-registro de casos confirmados, complicaciones y letalidad tiene muchas implicaciones políticas y socio-económicas y se considera un componente muy importante en los parámetros de mejoras de rendimiento del programa epidemiológico de un país en la lucha contra la pandemia. La transparencia del reporte epidemiológico refleja la madurez y compromiso social del ministerio de salud pública para con la ciudadanía. También los parámetros epidemiológicos y de calidad al servicio pudieran ser objetos a manipulaciones, poniendo a los organismos encargados de proteger la ciudadanía en una situación embarazosa, reflejando una falta de preparación, organización y calidad del servicio nacional de salud.

¿Cuáles son los tipos de pruebas?
Una infección activa significa propagación y por esto la identificación es tan importante. Los principales tipos de prueba son:

La prueba PCR. Esta detecta si una persona tiene la infección del COVID-19. Usa la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para detectar el material genético del virus (RNA). Usando un hisopo especial se colectan secreciones en la parte trasera de la nariz y garganta u obteniendo fluido de los pulmones. El 13 de abril de este año se aprobó el PCR en saliva. Como las otras, un médico debe ordenarlas, la persona colecta su propia saliva y se envía al laboratorio.

El tiempo de espera de los resultados del PCR varía de 6-8 horas hasta varios días, dependiendo de la demanda y la capacidad del laboratorio. La FDA ha aprobado una prueba rápida de PCR y su uso está limitado a hospitales y otras instituciones sanitarias.

Un resultado positivo indica que la persona está infectada. Se presume que es contagiosa, debe aislarse, se identifican los contactos y se rastrean para someterse a un período de cuarentena. Recordemos que no toda prueba es perfecta; hay un riesgo de que el resultado sea falso positivo, de ahí la importancia de saber qué tipo de prueba se escoge.
Un resultado negativo significa que el COVID-19 no se detecta. Si la persona presenta síntomas o ha estado expuesto a alguien infectado, puede considerarse que el resultado sea falso negativo. Si hay suficientes recursos, se repite la prueba para determinar si realmente está infectado o no.

Prueba es de anticuerpos. Con ella se determina si la persona tuvo la infección, con o sin síntomas, y si desarrolló la respuesta que podría ofrecer inmunidad o defensa contra el virus. Esta prueba no se usa para diagnóstico de la infección aguda, se hace con sangre y algunas con una gota de sangre al pinchar el dedo. La prueba debe ser específica y no detectar respuestas a otros virus como son los que producen la gripe común o la influenza. Muchas de estas pruebas, sobre todo las rápidas, tienen resultados dudosos y necesitan validarse para determinar su precisión.

Estas pruebas nos informan la tasa de infección (con dos semanas de retraso) ayudando a la vigilancia epidemiológica y sirven de guía a los gobiernos e instituciones para planear la reapertura de trabajos, escuela y economía. Aquéllos con anticuerpos IgG y ya recuperados podrían donar plasma convaleciente ayudando a los hospitalizados. Sin embargo, aún hay muchas preguntas sin respuestas. No sabemos si el resultado significa que la persona tiene suficientes anticuerpos neutralizantes, específicos contra el COVID-19, que lo puedan proteger. Tampoco conocemos qué nivel de anticuerpos se requiere para evitar una reinfección. Hasta ahora, no hay documentación de casos de reinfección, los reportados han sido casos de recrudecimiento de los síntomas. De todas maneras, nos falta mucho por aprender sobre el significado de protección de estos resultados.

Prueba de antígeno. En los Estados Unidos se aprobó la primera prueba hace unos días, el 9 de mayo del 2020. Esta detecta partículas de proteínas dentro o en la capa del virus. Se utiliza el hisopo en la nariz, es rápida (unos 15-20 minutos), son fáciles de hacer, están permitidas en oficinas de médicos y clínicas autorizadas y tienen bajo costo. La gran desventaja es que el riesgo de resultados falsos es mucho más alto.

¿Qué pueden decirnos de las pruebas rápidas?

En Europa y lugares de Asia se ha popularizado el uso de pruebas rápidas para darle seguimiento a pacientes afectados por COVID-19. En los Estados Unidos hay desarrolladores aprobados para pruebas rápidas. Se ofrecen en clínicas ambulatorias y debe considerarse que la precisión y sensibilidad no se iguala a las de los laboratorios, pues sacrificamos calidad por conveniencia.

Recientemente, en nuestro hospital en Qatar, las usamos para determinar cuáles trabajadores de la salud pueden regresar a sus funciones. En un futuro cercano, las líneas aéreas, que ofrecen vuelos largos o transcontinentales, las implementarán antes del pasajero abordar a su destino, y esta política permanecerá vigente hasta que se apruebe la utilización de las vacunas o logremos una inmunidad colectiva.

Dra. Ligia Peralta
MD, MBA, FAAP, FSAHM, AAHIVM
– Investigadora en Massachusetts
– Primera latina elevada al Salón de la Fama de la Mujer en Maryland.

Prof. Rubén Peralta
MD, FACS, FCCM, FCCP
– Director Médico Adjunto de los Programas de Traumas de Qatar
– Primer latino exaltado a la Academia de Maestros Cirujanos Educadores de Esta­dos Unidos

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