Voy a empezar este escrito con una anĆ©cdota real. Una anĆ©cdota de pueblo, con protagonistas aĆŗn vivos, mismos que me pueden desmentir. Su contenido sacarĆ” muy probablemente una carcajada o por lo menos una sonrisa y un segundo de reflexión o anĆ”lisis sobre una conducta que se suponĆa racional.ā
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CoincidĆ hace mĆ”s de quince aƱos en la embajada de EspaƱa, con una persona a quien identifiquĆ© regionalmente por la forma de hablar, por su acento o vocalización, pues la sazón del habla y la fuerza de la pronunciación, me hizo intuir que provenĆa de la provincia de Bahoruco (Neyba). Como soy de la región le expresĆ©: āUsted es de Villa Jaragua, Āæverdad? y me contestó que no, que Ć©l era de los RĆos, un pueblo muy cercano a Neyba en la misma provincia.ā
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Le preguntĆ© si conocĆa a una persona que habĆa estudiado conmigo, que era de ese pueblo y me contestó con una afirmación: āal que le dieron el palo, cuando venia del lago? āNo creo respondĆ ā y le agreguĆ© ⦠uno blanco, āJabaoā, muy chistoso y muy inteligenteā¦que se graduó de bachiller a los quince aƱos.ā
Contesto: āSĆ ese mismo que estudio magisterio.ā
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Buenoā¦,ya eran muchas coincidencias. ā
Continuó: ā A ese le decimos allĆ” ( ⦠) y le dieron cuando era muchacho un palo.ā
Ā”Yā¦, por quĆ© pregunte? āĆl y un amigo eran inseparables, andaban para arriba y para abajo juntos; un dĆa, venĆan del lago y como ese muchacho era muy bromista le dijo al compaƱero, āque si alguien que viniera de la capital le regaba un millón de pesos, en ese momento, Ć©l a su amigo sólo le regalarĆa un centavo.ā
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El otro le dijo que no, que eso no es justo, que a Ć©l le correspondĆa la mitad y eso Ć©l tenĆa que darle.ā
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āPuesā¦, no. Usted puede estar seguro que, si eso sucede, yo a usted, le regalo un sólo cheleā. Y se enfrascaron en una discusión por la justa distribución. Uno exigiendo la mitad del imaginario millón, el otro afirmando le darĆa sólo un centavo. ā
Hasta que, frente a la terquedad del oferente, el muchacho ya indignado por tanta injusticia, tomó el primer garrote que encontró y lo asestó en la cabeza de suā inseparable amigoā dejĆ”ndolo casi por muerto.ā
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A casi todos le extrañó el hecho, no era posible que estos, que se llevaban tan bien terminaran asĆ.ā
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Cuando se le pregunto por quĆ© lo habĆa hecho, dijo que su amigo era un abusador, pues de un millón de pesos querĆa darle sólo un centavo.ā
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Aunque empiezo con algo hoy jocoso, pero que en su Ć©poca fue cuasi trĆ”gico; la intención de este escrito es muy seria.ā
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Entendemos que la necesidad y el interĆ©s de todos, o sea, la Nación en conjunto, debe primar en este tiempo.ā
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No tengo que externar en cuales circunstancias nos encontramos. No tengo que decir lo que esta pandemia le ha costado al mundo, pero, es ahora de interĆ©s, lo que le ha costado a nuestro paĆs.ā
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Frente a esta realidad y con Ć”nimo de ser preciso proponemos lo siguiente:ā tomando en consideración que hoy el presidente de la RepĆŗblica tiene en sus manos un arma polĆtica, de lo cual ya ha usado en parte y que si quisiera usarla ten su totalidad, sin miramientos o principios morales o Ć©ticos; permanecerĆa en su posición quien sabe hasta cuĆ”ndo.ā
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Tomando en consideración lo expuesto anteriormente, usted podrĆa preguntarse: Āæy a quĆ© costo? A sacrificio de la paz y la economĆa, guillotinar la democracia permitiendo que las arenas movedizas o los pantanos cenagosos, terminen de tragarnos, solo por aplicar el ā yoā o que entre el mar. ā
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Tal vez, sólo por eso, o tal vez por preservarse social y Ā“polĆticamente frente a amenazas reiteradas de que le espera el infierno una vez que salgan del poder.ā
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Ā”Rostros vemos, mĆ”s corazones no sabemos! PolĆtica es polĆtica y el poder como el anillo aquel, tiene una malĆ©fica influencia sobre quienes lo poseen o detenta. Y en ālegĆtima defensa hasta el homicidio es justificadoā.ā
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Peroā¦, en favor de ellos tome en consideración que la Constitución es clara y expresa, que sin necesidad de interpretación seƱala quĆ© pasarĆa, si no se pudieren elegir a los sustitutos de los actuales incumbentes de órganos constitucionales; āpero si pretenden no saberlo, le invito a leer los artĆculos 265 y 275 de la Constitución. El primero, para los tiempos de excepción como el que ahora vivimos y el segundo para la cotidianidad del ejercicio polĆtico. ā
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Independientemente de las artimaƱas, si eso llegara a suceder, no me salga usted con el argumentando que si eso sucede habrĆ” sangre y fuego. Le recuerdo que la solución es constitucional al margen de lo moral o lo Ć©tico del juego polĆtico.ā
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AdemĆ”s, tendrĆ”n el argumento cierto de la complicación por el aumento exponencial del contagio despuĆ©s de esta apertura, por cuya razón las medidas de excepción tendrĆ”n que prolongarse mĆ”s allĆ” de agosto.ā
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En medio de esta crisis sin precedentes, el presidente de la JCE electoral anunció hace unos dĆas, que el costo de estas elecciones ronda los 1800 millones de pesos adicionales, (adicionales, oigan bien). ā
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Se proyectó originalmente sin contar con la suspensión de las de febrero y su realización en marzo de unos ocho mil y tantos millones.ā
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Las guerras de encuestas han situado a Luis sobre los 50% a Gonzalo rondando el 30% y a Leonel por debajo del 20%. Ajuste usted los nĆŗmeros segĆŗn crea la realidad.ā
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Aunque hoy Luis con la circunferencia de cristal de las encuestas ronde sobre los 50%. En estas circunstancias nadie, absolutamente nadie, humanamente hablando puede asegurar que asĆ se manifestarĆ” en los votos. Estamos en un barril de pólvora que el miedo a que explote, puede que no encuentre quien lo cargue.ā
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En pocas palabras: la presidencia de la RepĆŗblica a futuro, estĆ” en las mismas condiciones que el millón de pesos del cual ya le contĆ© al inicio. Nadie tiene nada, sólo ilusiones y proyecciones que pueden cambiar hasta los Ćŗltimos dĆas. ā
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Ejemplos nos sobran: dentro del PLD, Leonel lucĆa imbatibles y los resultados lo tenemos al margen de cualquier variable extraƱa. ā
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Hasta que Leonel decidió salir del PLD, nadie con sano juicio podĆa imaginar que una maquinaria como el PLD podĆa tener posibilidades muy reales de perder frente a un incipiente partido como el PRM.ā
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Rafael Abinader, el padre de Luis ganó la SenadurĆa de Santiago, por una variable extraƱa; la muerte de PeƱa Gomez. Hasta antes de eso era imposible imaginar que ā
Rafael Abinader ganarĆa esa senadurĆa. ā
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Cuando Fujimori ganó en el PerĆŗ, era un desconocido que se presentó sobre un tractor con una oferta diferente de Ćŗltimo minuto.ā
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ĀæQuiĆ©n se atrevĆa a decir que Barack Obama, negro y poco conocido seria el Presidente del paĆs mĆ”s poderoso del mundo, arrebatando en las Primarias Demócratas una victoria casi segura a Hilary Clinton o que Donald Trump podrĆa ganarle a esta Ćŗltima la presidencia en parecida circunstancia de certidumbre?ā
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La polĆtica es como una combinación quĆmica, una sola gota de mĆ”s o de menos, cambia el sabor y cambia la composición del asunto.ā
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Recuerden esta fórmula H2O, es agua, que es vida. Ahora recuerden esta H2O2 sigue siendo agua, pero oxigenada que consumida como la primera es muerte segura.ā
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Sólo se agregó un Ć”tomo mĆ”s de un gas que es vida, como es el oxĆgeno. Son los misterios de la vida, son los misterios de la polĆtica.ā
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Finalmente, edificado ya como estamos; quĆ© es lo que propongo.ā Es simple. Tres encuestadoras con credibilidad internacional realicen una encuesta para proyectar los posicionamientos reales de las distintas organizaciones polĆticas de la RepĆŗblica Dominicana. Quien obtenga la mayorĆa diferenciada de votos con un margen mayor del 10% de su mĆ”s próximo, serĆa el encargado del Poder Ejecutivo, por supuesto, con su vicepresidente y con todo lo que eso conlleva.ā
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Conforme al porcentaje obtenido por los demĆ”s, se le darĆ” participación en el gobierno. ā
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Una mesa de negociación repartirĆ” las direcciones sabiendo que, aunque el privilegio no es exclusivo, habrĆ”n puestos claves reservados para el Presidente. Hacienda. Industria y Comercio, Obras PĆŗblicas, Salud PĆŗblica, Fuerzas armadas y PolicĆa.ā
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Eso se discutirĆa todo hasta alcanzar el porcentaje proyectado. El restante recibirĆ” igual tratamiento para que lo ejerzan sus organizaciones y sus militanciasā
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A los demĆ”s ministerio y Direcciones generales irĆan los dirigentes aptos o ciudadanos apolĆticos no partidistas.ā
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Mismo tratamiento de encuestas para las elecciones congresuales. En la elección de diputados y senadores. El que salga delantero en la provincia seria el Senador y las diputaciones serĆ”n asignadas conforme al porcentaje proyectado como se hace con los votos obtenidos.ā
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Cabe ahora una pregunta:ā ĀæEs constitucional la propuesta? A simple vista no lo parece; pero bajo la lupa de las circunstancias en el camino se legitimarĆa. ā
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Basta que puestos de acuerdo, se haga una modificación constitucional para introducir un transitorio por las circunstancias actuales y con ese Ćŗnico propósito. Y por fin, tendremos un gobierno de integración nacional; que si no funciona tendremos la oportunidad de retornar al sistema tradicional 4 aƱos mĆ”s tarde. ā
En estas coyuntura el Presidente de la RepĆŗblica se le vetarĆa la posibilidad de despedir o designar a esos funcionarios āelectos de esa forma, pero por faltas graves o incompetencias pudiera hacerlo el congreso, como puede suceder en la actualidad.ā
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Por lo de la modificación para este propósito, no me diga que estoy loco, pues en otras oportunidades se ha modificado para propósitos menos nobles como es permitir una reelección presidencial. Hoy lo que estĆ” en juego es el paĆs quizĆ”s hasta la Naciónā
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SerĆa una especie de ensayo y error que permitirĆa que cada cual demuestre lo bien que lo puede hacer en la tarea que se le ha asignado. Recordando que los tribunales permanecerĆ”n independientes despuĆ©s de ciertos ajustes, para recibir aquellos que crean que el certificado que se le entregarĆ” es una patente de corso para robos y vagabunderĆas.ā
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Recuerden no estamos en tiempos normales, estamos en tiempos excepcionales nunca vistos, por lo tanto, la solución ha de ser una nunca vista. Frente a preguntas distintas respuestas distintas.ā
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Para que esta idea pueda ser vista con buenos ojos y como factible, todos los candidatos deben verse como virtuales perdedores; porque si por un momento se ven como ganadores, creerĆ”n que ya son propietarios y que ellos estĆ”n dando algo o que se lo estĆ”n quitando. Como el millón aquel, vuelvo a recordarles.ā
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Hoy pido a los polĆticos que contienden, que pidan a Dios lo mismo que pidió Salomón cuando llegó al trono. Recogido en 1 de Reyes 3:9 ā Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ĀæquiĆ©n podrĆ” gobernar este tu pueblo tan grande?ā
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Si no saben cómo repartir, le invito a dar un paseo sapiencial por la palabra. Se estacionen en NĆŗmeros 26 versĆculos del 52 al 56 que le cito Ćntegros: 52 El SeƱor habló con MoisĆ©s, y le dijo:53 Ā«La tierra se repartirĆ” entre estos hombres, segĆŗn los nombres censados. 54 A los que sean mĆ”s, les darĆ”s una propiedad mayor; a los que sean menos, les darĆ”s una propiedad menor. Cada uno recibirĆ” su propiedad segĆŗn el nĆŗmero de hombres censados. 55 Pero la tierra se repartirĆ” por sorteo, y la recibirĆ”n en propiedad segĆŗn los nombres de las tribus de sus padres. 56 SegĆŗn les toque en suerte, la tierra se repartirĆ” entre los que sean mĆ”s y los que sean menos.Ā»ā
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Repito: debes verte como perdedor, porque si te crees ganador se te infla el ego y a lo mejor resultas el gran perjudicado por vĆa contraria. ā
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āEn este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es segĆŗn el color del cristal con que se miraā Quien tenga oĆdosā¦ā
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Hasta la próxima.ā