MIAMI.- LĆderes comunitarios, religiosos y defensores de los derechos de los inmigrantes pidieron al gobierno del presidente Joe Biden que detenga las deportaciones de haitianos al paĆs caribeƱo, afectado por una alarmante escalada de violencia.
En una conferencia de prensa celebrada en esta ciudad del sur de Florida, el Movimiento Red de AcciĆ³n Familiar (FANM) censurĆ³ las repatriaciones realizadas la semana pasada a HaitĆ, pese a los constantes llamados de organismos internacionales y organizaciones de derechos humanos para evitar las deportaciones, debido a la violencia y la aguda crisis en el paĆs.
Ā«Esta decisiĆ³n de la AdministraciĆ³n de Biden es repulsiva, despiadada, indefendible y desmesurada. Y debo aƱadir que es incluso criminalĀ», afirmĆ³ en la rueda de prensa Marleine Bastien, directora ejecutiva de FANM, quien estuvo acompaƱada tambiĆ©n de algunos funcionarios locales.
El jueves pasado Estados Unidos reanudĆ³ la deportaciĆ³n de haitianos vĆa aĆ©rea, tras un receso de cerca de tres meses de no repatriar migrantes al paĆs caribeƱo.
El Departamento de Seguridad Interna (DHS) confirmĆ³ al diario The New York Times que habĆa Ā«realizado un vuelo de repatriaciĆ³n de alrededor de 50 ciudadanos haitianosĀ» y agregĆ³ que ninguno de los deportados tenĆa una base legal para permanecer en los EE.UU..
Las deportaciones de migrantes haitianos desde EE.UU. se habĆan suspendido despuĆ©s de la escalada de violencia que llevĆ³ a la renuncia del primer ministro de HaitĆ, Ariel Henry.
Las Naciones Unidas (ONU) ha alertado de que mƔs de 360.000 haitianos han sido desplazados a causa de la violencia y que 5,5 millones necesitan ayuda humanitaria con urgencia.
El abogado en derecho migratorio y civil Ira Kurzban, por su parte, instĆ³ al Gobierno estadounidense a que implemente un programa de refugiados haitianos similar al que ampara a los cubanos, al tiempo que FANM y funcionarios locales llamaron a la renovaciĆ³n del Estatus de ProtecciĆ³n Temporal para HaitĆ (TPS), que expira en agosto prĆ³ximo, una Ā«salvaguarda vitalĀ», dijeron.
Las bandas armadas, ademĆ”s de aterrorizar a barrios enteros de civiles, han atacado en las Ćŗltimas semanas infraestructuras pĆŗblicas como comisarĆas de policĆa, la universidad, templos y el aeropuerto de Puerto PrĆncipe, hasta ahora en sus manos y cerrado al trĆ”fico.
La Ćŗnica buena noticia es la reciente formaciĆ³n del Consejo Presidencial de TransiciĆ³n que debe crear nuevas instituciones, pero este consejo no ha conseguido reducir los niveles de violencia, mientras que la misiĆ³n policial multinacional todavĆa no ve la luz por la falta de financiaciĆ³n internacional.