Corripio en la PUCMM


El discurso de Manuel Corripio Alonso en la 78ava graduación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) no fue una simple exhortación académica sino una lección de vida. Un recordatorio necesario para una sociedad donde muchas veces se confunden los atajos con los caminos verdaderos hacia el éxito.
Allí el vicepresidente del Grupo Corripio enfatizó que el único éxito que perdura es el que se construye sobre el esfuerzo, la disciplina y los valores. Un mensaje que en estos tiempos de inmediatez y falsas glorias adquiere un peso enorme ya que no se trata de triunfar a cualquier costo, sino de que cada logro sea legítimo.
Otro de los aportes de sus palabras fue la invitación a sustituir el optimismo por la esperanza, explicando que mientras el primero puede cegarnos ante las dificultades, la segunda reconoce los obstáculos y nos impulsa a enfrentarlos con valentía. Una enseñanza fundamental para quienes inician sus carreras profesionales en un país que demanda ciudadanos conscientes y capaces de mirar la realidad sin miedo, pero con determinación.
El empresario también recordó que graduarse no es un final sino apenas el inicio de un camino donde el aprendizaje permanente será la clave para crecer, adaptarse, y donde la humildad de seguir aprendiendo es quizás la mayor fortaleza de un profesional.
Aconsejó a aprender a decir no. No a lo fácil, a lo corrupto y a lo que atenta contra los valores esenciales. Un “no” que define quiénes somos y abre puertas al verdadero respeto enrutándonos hacia un futuro más justo y humano.
Más que a los 1,326 graduados, el mensaje de Manuel Corripio nos interpela a todos ya que, cual brújula moral, nos recuerda que el éxito auténtico no se mide solo en riquezas, sino en dignidad, confianza y legado.
