Recientemente nuestro vate Bruno Rosario Candelier cumplió su vuelta 28,480, que es igual a los 365 días, desde aquel 6 de octubre de 1941 que en la provincia Espalliat llegó por estos previos este singular ciudadano de la República Dominicana.
Al parecer las sopas de letras y los crucigramas se adelantaron en el tiempo para este pequeño niño, que naciera en la primera década de la dictadura más fuerte que viviera nuestra república. Resalto los crucigramas y las sopas de letras por la firme vocación que formó en sus años al joven Bruno, que al parecer fue lo que más disfrutó, además de los libros que hasta el momento está legando en su amplia trayectoria.
El es poeta, y hoy 21 de octubre los dominicanos celebramos la poesía y también al poeta en honor a la maestra poetisa y ciudadana, comprometida con los mejores intereses de la nación: Salomé Ureña de Henríquez, quien naciera en el año de 1850 y que posteriormente trajera en su vientre a tres grandes figuras de las letras, como fueron sus vástagos: Pedro, Max y Camila, quienes se criaron alrededor de los libros.
Este año de los poetas dominicanos quiero celebrarlo en alegría y entusiasmo con esta extraordinaria semana de la poesía, que estamos celebrando su decima edición desde el pasado lunes 18 y que concluye este domingo 24; con celebrar ese emotivo homenaje que se le hizo a Bruno Rosario Candelier en su natal Moca, con un triple homenaje de una declaratoria de la sala Capitular del municipio cabecera como mocano trascendente, un mural y un libro de la autoría del poeta, abogado y docente universitario Juan Santos, «Odas al Manantial» que son el reconocimiento a la vida y obra de este poeta.
Bruno, dentro de este mes significativo en su obra creativa coincide con su nacimiento, con su designación en la academia en el sillón F y claro en el día del poeta en nuestro país, le conocí primero por mi padre en aquellos escritos en el suplemento ¡Isla abierta! del desaparecido periódico «El Siglo».
En esos años todavía no tenía conciencia crítica y mucho menos estaba tan enamorado de la literatura, pero ese primer impulso del viejo me fue más que suficiente para más adelante ser un enamorado de las letras; de manera personal lo traté por primera vez en uno de los eventos de Sosúa, que coordinara el gran amigo y poeta Omar Messón; desde ese encuentro ya nuestras almas se unieron para siempre, haciendo alusión al movimiento interiorista del que soy parte ad hoc, si es que cabe el término, ya que soy parte por motus propio.
Celebremos con los poetas su arte (que es la poesía), celebremos con Mateo Morrison, José Mármol, con Aida Cartagena Portalatín, con Juan Pablo Duarte, con Enriquillo Sánchez, con Tony Raful, con Marivell Contreras, con Fernando Berroa, con Glaem Parls, Plinio Chahín, Basilio Belliard, José Enrique del Monte, Jochy Herrera, Pastor de Moya, Ibeth Guzmán, Soledad Álvarez, Ángela Hernández, Máxima Hernández, Juan Freddy Armando, Denisse Español, Leibi NG, Abril Troncoso, Ramón Gil, Manuel del Cabral, Pedro Mir, Franklin Mieses Burgos, Nan Chevalir, Huchi Lora, Elías Muñoz, Nino Félix, Robert Berroa, Orlando Gil, Isael Pérez, Domingo Moreno Jiménez, Andrés L. Mateo, Manuel Mora Serrano, Alexis Gómez Rosa, Adrián Javier, Franklin Domínguez, Marcio E. Veloz Maggiolo, Rannel Báez, Taty Hernández, Luis Carvajal, Chiqui Vicioso, José Rafael Lantigua, Manuel Rueda, Juan José Ayuso, Valentín Amaro, Rita Indiana, Rene Del Risco Bermúdez, Federico Jovine Bermúdez, Pedro Antonio Valdez, Elsa Báez, Lourdes Batista-Jakab, Ramón Saba, Ivan Garcia Guerra, Farah Hallal, Juaquin Balaguer, Karina Rielke, Petra Saviñón, Isis Aquino y con Juan Antonio Alix a todos los amigos y hermanos poetas Dominicanos que nos sentimos representados en el cantor del Yaque.
Celebremos un año más de Salomé y los 80 del escritor del ensayo poético: «Lo popular y culto en la poesía dominicana», Bruno Rosario Candelier, que es rendir un homenaje permanente al poeta y al hacer poesía!