SANTO DOMINGO.- El confinamiento provocado por el coronavirus en gran parte del mundo hizo replantear casi todo. Algo tan apasionante como tomar fotografías se convirtió en una dificultad por las medidas de prevención.
Pero siempre se ha dicho que en los tiempos de crisis surgen grandes ideas y un apasionado del lente dejó aflorar su creatividad durante varios meses de encierro en un pequeño departamento de la ciudad de Nueva York donde tuvo que quedarse cuando prácticamente el mundo ‘cerró’.
El fotógrafo de raíces europeas, pero afincado en República Dominicana desde los 16 años, Daniel Harel, resume su experiencia creativa en 23 fotografías que ha titulado “Viviendo en una caja”, cuya exposición puede verse de forma presencial y con el debido protocolo de distanciamiento social en Casas del XVI, el hotel boutique ubicado en la Ciudad Colonial.
La exposición está montada en la majestuosa Casa de los Vitrales y estará abierta al público desde el sábado 28 de noviembre al martes 1ero de diciembre en horarios de 10:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde y durante el fin de semana y de 10:00 a.m. hasta las 7:00 p.m. los días de semana.
Para preservar la seguridad y tranquilidad de los asistentes, los interesados deberán registrarse en el siguiente enlace para separar su horario de visita: Reserva Exposición Daniel Harel.
La muestra es a beneficio de INICIA Educación y a la vez promueve la reactivación del turismo en la Ciudad Colonial.
Además, forma parte de los esfuerzos que hace Casas del XVI para promover los reencuentros y dinamizar el flujo de personas que visitan el Centro Histórico de Santo Domingo.
Proceso creativo
“La exhibición es una serie de 23 fotos que yo realicé durante el confinamiento y refleja muchos de los escenarios que vivimos cuando nos mandaron a casa las 24 horas prácticamente. Estaba estudiando fotografía en Nueva York por un año y un día nos dijeron —váyanse a casa hasta nuevo aviso (todavía no nos han avisado)—, de modo que empecé a fotografiar en la casa y realicé fotorretratos y empecé a recibir comentarios en Instagram de gente diciendo que eso mismo les estaba pasando”.
Agrega: “Me di cuenta que básicamente estamos viviendo cosas similares, estamos enfrentando los mismos desafíos”.
Parte de la exhibición tiene un componente interactivo en el que con el celular se puede escanear un código QR y vivir una experiencia 3D recorriendo el apartamento.
Refiere que el toque humorístico de las imágenes viene porque se considera una persona graciosa.
La pandemia le hizo pausar un proyecto sobre el agua y personas que vivan en zonas rodeados de lagos, ríos y demás en la ciudad de Nueva York.
“Me despertó una creatividad y unas ganas de seguir fotografiando y fue una terapia porque me mantuvo bien ocupado y me agregó el factor humano. Las fotografías me acercaron a mucha a la gente a través de las redes. No he sentí aislado”, comenta.
Sobre República Dominicana
“Yo me siento dominicano de corazón, aunque tenga raíces europeas. Aquí fue que empezó mi pasión por la fotografía, específicamente en la Zona Colonial”, comienza contando sobre su vínculo con RD.
Daniel nació en España, de padre israelí y madre austriaca. “A los 16 años vinimos a RD, a San Pedro de Macorís, donde bailé mi primera bachata. Nos encantó y tres meses después nos mudamos en Quisqueya”, cuenta con una sonrisa en su rostro y con un perfecto español.
Relata que cada fin de semana su padre buscaba una playa nueva por visitar y así conoció Bahía de las Águilas, playa Esmeralda, y eso lo llevó a interesarse mucho más por la fotografía. Su primera imagen del atardecer lo captó en Bahía de las Águilas.
El autor comenta que tiene miles de imágenes.
Todas las fotografías de la muestra que finaliza el 1ro de diciembre, que van desde un momento en la cocina, el aseo, hacer ejercicios viendo tutoriales, la soledad, el teletrabajo y otros temas están en venta a beneficio de la Fundación Inicia.
Al ser cuestionado sobre si tuviera que hacer una exposición mañana de todas sus obras en su trayectoria, su respuesta fue la siguiente: “Posiblemente verías muchas playas y montañas, el Pico Duarte… En estos tiempos de pandemia lo que más he extrañado son las playas del país”.
El autor se siente más dominicano que cualquiera y considera que luego de la pandemia ya nada será igual, pero eso abrirá las puertas a nuevas formas de hacer las cosas, especialmente en su profesión aquí y en el extranjero.
“Por eso tengo mucho enfoque en la educación porque el arte es un pilar importantísimo y la creatividad se puede aplicar en todos los ámbitos de la vida. La pandemia nos ha ayudado a ser más creativos y buscarle la vuelta”, manifiesta Daniel Harel.
“Creo que debemos apoyar el turismo. República Dominicana lo tiene todo. No es perfecto, pero lo tiene todo”, concluye.